INDUSTRIA SUPERSIZE

OTRA CONFECCIÓN, OTRA INDUSTRIA

La creación de estas marcas Plus-size ha generado su polémica porque muchas mujeres ven discriminatorio tener que llevar tallas especiales. La imposibilidad de encontrar ropa más allá de la talla 40 ó 42 en muchas cadenas genera irritación en millones de consumidoras, que creen que lo que tienen que hacer las empresas es aumentar el tallaje hasta los tamaños más grandes. En la industria, explican que eso es imposible. “Hay que tener en cuenta”, afirman en Mango, “que el diseño de las prendas, el patronaje y los tejidos son totalmente distintos de los convencionales”. Estrada, de Elena Miró aclara que “no se puede escalar de la talla 40 a la 50 ya que no se puede ofrecer la misma ropa a esos dos tipos de mujer”.

No es cuestión de lateralizar las tallas (hacerlas más anchas), las mujeres XXL tienen complexión diferente, lo que obliga “a diseñar una ropa pensada para que siente bien”, explica Estrada. En el Corte Inglés abundan en el mismo concepto y añaden que “en una mujer con talla grande queda mejor un escote pico que redondo, por poner un ejemplo”. En las tallas grandes los acabados tienen que ser más minuciosos y las costuras deben ir reforzadas.

Algo similar pasa con los tejidos y los colores. Ya se sabe que hay tonos que sientan bien a una mujer 38, y no tanto a una 54. Hay que utilizar, además, tejidos que den confortabilidad y cierta elasticidad: se imponen las fibras de calidad ya que los sintéticos baratos, como algunos poliéster no permiten una buena transparibilidad.

Deja una respuesta